Té turco

TÉ DE TURQUÍA

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En Turquía, como en otros países musulmanes, e té reemplaza a las bebidas alcohólicas y al café como bebida social. Es habitual ofrecer té a amigos, familiares y visitantes como gesto de hospitalidad, una costumbre que introdujeron los otomanos ya en el siglo XVI. Su uso es tan frecuente que Turquía es uno de los mayores consumidores de te del mundo (2,5 kg por persona al año), y también es uno de los mayores productores de té, con un 6,4 % del total mundial.

El té turco se denomina “cay” y proviene de la variedad negra producida al este del mar Negro (provincia de Rize). Es muy aromático y de sabor fuerte, y entre sus distintas clases destaca el popular Sage turco y el Bas Caucase, un té fuerte, negro, de hojas rizadas y especialmente aromático, ideal para después de las comidas. A menudo se mezcla con flores de escaramujo o con manzana.

En Turquía el té se toma muy caliente y con azúcar de remolacha en pequeñas tazas sin asa. Las teteras turcas también son muy peculiares y diferentes de las que se utilizan en otros países. Preparan el té en unas teteras que se acoplan y se apilan unas encima de otras. En el recipiente inferior hacen hervir el agua, y parte de ella pasa a la tetera superior, que es la que contiene las hojas de té. La infusión conseguida en las teteras turcas es muy fuerte, de modo que para suavizar el sabor, cada bebedor de té añade en su taza un poco del agua sobrante de la tetera inferior.