El té y la salud IV

Vamos a seguir con la serie  el té y la salud: un nuevo capítulo

Depresión: En la medicina tradicional china se aconseja el consumo de té para aliviar los síntomas depresivos, pues el ligero poder estimulante de la teína ayuda al organismo a combatir el decaimiento y el cansancio por sobreesfuerzo. Si n embargo, no debemos abusar de las infusiones muy concentradas ni del consumo excesivo de té, para no padecer sobreexcitación o palpitaciones cardíacas.

Diarrea: El contenido en catequinas, ácido tánico, gálico y zinc del té lo hacen astringente, es decir, capaz de absorber líquidos del organismo, con lo que disminuye la cantidad de deposiciones.

Halitosis, caries, aftas y gingivitis: La catequina el té posee propiedades antibacterianas que ayudan a eliminar las bacterias que producen el mal aliento y son también muy efectivas para curar las llagas de la boca o evitar la gingivitis (porque previenen la destrucción del colágeno), calmando el dolor y reduciendo la inflamación. Es bueno hacer enjuagues de té pues, gracias al galato de epigalo catequina (EGCG) que contiene, sirve como prevención diaria contra las bacterias bucales que provocan el sarro y pueden ocasionar problemas dentales y periodontales. Además, por su acción germicida se utiliza en la industria cosmética como componente de la pasta de dientes, un remedio que podemos aplicar de manera casera añadiendo un poco de té en polvo sobre el cepillo de dientes junto con el dentífrico antes del cepillado.

Hepatitis: La hepatitis es una inflamación del hígado provocada por su mal funcionamiento, que puede deberse a un virus, a una intoxicación por medicamentos o productos químicos, al consumo excesivo de alcohol o a una reacción autoinmunitaria. Consumir tres tazas diarias de té verde constituye una importante fuente de protección contra los virus que pueden afectar al hígado, pues los antioxidantes del té actúan contra la degeneración. El té contiene un nutriente, la colina, que favorece la eliminación de grasa del hígado.

Infecciones estomacales: El té activa la producción de enzimas purificadoras acelerando el metabolismo del hígado y facilitando la digestión. Los componentes del té aumentan la resistencia a los parásitos intestinales y combaten las infecciones estomacales.