La planta del Té
Variedad botánica
Es una planta perenne de la familia de las camelias. Los botánicos han identificado tres variedades íntimamente relacionadas ( el té de China, el de Asma y el de Camboya) esta última muy poco utilizada y extendida.
Camelia sinensis, La planta originaria de China puede alcanzar una altura máxima de 2,5 a 4,5 metros, la podemos encontrar también en Tibet y Japón. Soporta temperaturas frías y puede producir hojas de 5 cm durante 100 años. Camelia Assamica, se considera un árbol , pues crece hasta los 13 o 18m con una longitud de las hojas entre 15 a 35 cm.
En las ramas las hojas se disponen aisladas y alternas. Son dentadas, de forma ovalada y de una intenso color verde. Los brotes y las yemas aparecen cubiertos de una pelusa blanca; estos reciben el nombre de “Pekoe”, que significa pelusa en chino Cantonés. Estos brotes son muy apreciados por el rico y delicado sabor que dan en infusión.
Las plantas del té se desarrollan mejor en zonas calidas y húmedas, entre 10 y 30º y una pluviosidad anual de 2.000 a 2.250mm y y una altitud de entre 300 a 2.000 m sobre el nivel del mar. La combinación entre altitud y humedad favorece un crecimiento lento. Se considera que el té es mejor y su sabor más intenso a mayor altitud. Muchos de los tés más famosos del mundo (tierras altas de Ceylom, Weyi de China, los mejores Darjeeling indios) proceden de arbustos cultivados a más de 1.200 m de altura.
La química del té
Las hojas de Camelia sinensis contienen varios elementos químicos (incluyendo aminoácidos, hidratos de carbono, iones minerales, cafeína y polifenoles) que aporta al te su olor y aromas caracteristicos. Asimismo contienen un 75-80% de agua que en los procesos de elaboración y marchitamiento van perdiendo. Durante la fase de fermentación ú oxidación del té negro y oloong, los flavonoides polifenólicos reaccionan con el oxigeno del aire para dar lugar al color y sabor único de la infusión. El proceso de desecación desactiva la enzima que provoca la oxidación a la vez que se reduce el contenido de agua al 3%.
El aroma del té es sumamente complejo. Hasta la fecha se han identificado más de 550 sustancias químicas, incluyendo hidratos de carbono y alcoholes y ácidos. La mayoría se forman durante el proceso de elaboración y cada uno aporta sus propiedades al sabor y olor de cada variedad.
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