Mil mundos en uno

El hablar del té nos introduce en un mundo apasionante y lleno de matices y variedades. Podemos viajar por casi todos los países del mundo encontrando variedades y disfrutando de multitud de formas distintas de té así como de maneras de prepararlo. Este viaje virtual nos puede llevar a la India y sus maravillosos tes Darjeeling o Assam , a China y su amplísima variedad de tipos, a Japón , con su exquisita cultura del té, pero no olvidamos a los países árabes, algunas variedades interesantes de Kenia o incluso las plantaciones en Argentina y por supuesto a Europa, que aunque no produce ningún tipo de te, si que es una gran consumidora con tantos estilos y preferencias como países la componen.
Podemos también hablar de las variedades básicas como tes blancos, verdes, oolongs o semifermentados , tes rojos o los clásicos negros y también de las múltiples clases dentro de estas. También es interesante conocer los tes con relación a sus efectos en nuestra salud, acción antioxidante, depurativa , tonificante y tantas otras.
Nunca debemos olvidar que pesar de sus grandes propiedades y que su consumo ha estado ligado muy habitualmente a la salud, el té se consume, casi siempre, como un placer. Un placer que nos lleva a otros como el reunirnos con amistades o diferentes personas y conversar junto a una taza, pero sin abandonar el placer de disfrutar de un sabor único en sus múltiples de variedades.
En este mundo, el del sabor, podemos como siempre ocurre cuando nos sumergimos en el té, tomar varios caminos.
Los tes puros nos ofrecen matices y degustaciones según su elaboración y lugar de origen , los tes aromatizados , con su amplio abanico de sabores, en donde es difícil no encontrar multitud que nos seduzcan. Pero también la preparación que nosotros queramos darle, así como su uso como una especia más en la cocina o como ingrediente principal de algún plato nos descubren un mundo más en el mundo del té.