Kusamakura de Natsume Soseiki


Para el amante de los placeres no hay nada tan delicioso como degustar el néctar denso y aromático, gota a gota, en la punta de su lengua. La gente corriente suele decir "tomar té", pero esta es una expresión incorrecta. Cuando sientes un poco de ese liquido puro diluirse lentamente por tu lengua, apenas necesitas tragarlo. Se trata de dejar que la fragancia penetre directamente desde la garganta hasta el estómago. Para ello conviene que el áspero liquido se extienda por toda la boca y los dientes. El té Gyokuro elude la insipidez del agua pura y, sin embargo, no es tan denso como para requerir ninguna costosa acción de paladeo. Es una bebida excelente. Hay quienes se quejan de que el té no les deja dormir, pero yo les diría que es mejor quedarse sin dormir que quedarse sin té.

Estos comentarios los hace el protagonista del libro de titulo Kusamakura. de Natsume Soseki (Tokyo,1867-1916) La novela está publicada en 1906 pero, por supuesto, como podeis ver se mantiene viva.


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